Día mundial de la salud
La salud no es una obligación o un deber, sino una elección. La elección es el ejercicio de orientar la conducta en aquello que coincide con mi deseo y gusto. El resultado de esa elección satisfactoria contribuye a emociones placenteras como el alivio, tranquilidad y sensaciones asociadas al bienestar.
Para la OMS la salud mental es un componente integral y esencial de la salud y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por lo tanto una persona con padecimiento mental pasado o presente puede estar bien y sentirse saludable. Este estado de bienestar en el que la persona realiza un amplio desarrollo de sus capacidades y de afrontar el estrés normal de la vida deriva en un estado de capacidad individual, ejercicio de pensamiento reflexivo e introspectivo, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida.
Para alcanzar este estado, que no es ideal sino constructivo. Tenemos que reconocer los siguientes aspectos:
La salud mental está determinada por múltiples factores socioeconómicos, biológicos y medioambientales. Es multi-causal y sus factores contribuyentes tienen movimiento y la capacidad de alterar los otros factores. Por ejemplo, si tengo un dolor crónico puede alterar aspectos laborales, sociales o emocionales para el adecuado desempeño de mis funciones.
Es un proceso constructivo, por lo tanto dependerá de mis elecciones el desarrollo potencial de mi capacidad.
Salud y enfermedad no son construcciones polares o determinantes, tienen matices y movimiento. Cuando paso del estado de salud a enfermedad, tengo otras etapas en el medio como reacciones, hábitos y consecuencias. Por lo tanto, tengo tiempo para detener el proceso de desarrollo de una alteración mental, así como tengo tiempo para reducir las consecuencias, contribuir a hábitos e identificar reacciones para invertir el desarrollo de la enfermedad.
¿Qué puedo hacer para estar bien?
Identificar, reconocer y aceptar
Para poder construir en lo que sucede o padezco. Debo reconocer qué es lo que debo trabajar. Identificar, reconocer y aceptar es la primera parada del camino hacia lo que quiero hacer.
En esta primera etapa de orientación se pueden presentar dificultades en la elección. Ya que los estados emocionales y motivacionales pueden alterar la percepción y observar las opciones de forma pesimista o no sentir la capacidad para poder concretarlas. La clave en esta etapa es reconocer los estados emocionales para reducir la procrastinación en el inicio de la tarea elegida. Una clave para alcanzar este nivel es identificar los factores de riesgo y de protección:
factores de riesgo: Son aquellos factores internos o externos que me alejan de aquella meta deseada o aumentan la intensidad de consecuencias o síntomas. Por ejemplo, un factor emocional común en la depresión y ansiedad es la evitación emocional, tal estilo de afrontamiento retarda el proceso de elección de la actividad a construir ya que no identifico los elementos emocionales para sostener o alejarme de la tarea y terminó dejándola para mañana o después (procrastinando) y tal vez no me gusta, le tengo temor, me desagrada o me entristece.
Factores protectores: Son aquellos factores internos o externos que contribuyen al mantenimiento del estado de salud y bienestar. Por ejemplo la autonomía como estilo de afrontamiento permite el desarrollo de mecanismos emocionales y conductuales para iniciar o sostener una actividad sin apoyo y confianza.
Promover, sostener y orientar
Una vez elegido el camino e identificada la actividad saludable a realizar, viene un gran reto mental y emocional para sostener. Para esto es fundamental no pensar únicamente la actividad en términos de resultados. Ya que el resultado es un ejercicio anticipatorio irreal del pensamiento que está cargado de expectativas e ideales que a veces no coinciden con la realidad o alcances. La clave es contribuir a la sensación de placer, disfrute, confort y gusto por aquella actividad y hábito. Mucho después podremos valorar los resultados.
De acuerdo a la OMS los hábitos saludables son:
Actividad física: cualquier movimiento corporal que requiere más energía que estar en reposo. Mediante rutinas, actividades, ejercicios que contribuyen al bienestar corporal y fortalecimiento de diferentes órganos y partes del cuerpo. tales como caminar, correr, bailar, nadar, practicar yoga o incluso trabajar en la huerta.
Alimentación saludable: Es la ingesta de alimentos que ayudan a mantener, recuperar o mejorar la salud. Entendiendo que la alimentación es un proceso automático y a la vez un acto voluntario que está condicionado por factores sociales y culturales. Se recomienda consultar con un especialista.
Espacios sociales: son tanto espacios físicos o virtuales en donde las personas se reúnen e interactúan. Compartiendo intereses, identificaciones y vínculos. Es importante reconocer que es una necesidad vital y un aspecto básico de nuestro funcionamiento como organismos.
Sueño y descanso regular: Dormir es una función básica que tienen a recuperar al cuerpo del estrés generado en el día. Generalmente después de una buena noche de sueño, hay un mejor desempeño, toma de decisiones, alerta, optimismo y mejores relaciones interpersonales.
Expresar y gestionar estados emocionales: Las emociones son un concepto ignorado pero fundamental en la construcción del pensamiento y elecciones humanas. Es la madre del pensamiento y las representaciones. El reconocer e identificar los estados emocionales permite aumentar la sensación de capacidad y orientar la acción. Las mismas tienen componentes psicorganicos que permiten orientar o inhibir la conducta. Si yo identifico una actividad que me desagrada puedo entender que componentes participan en mis gustos y elecciones y no generalizar el displacer por un hábito, si el "ejercicio no me gusta" tal vez lo que no me guste es ir al gimnasio.
Reconocer los límites y buscar apoyo
En el transcurso de elegir y sostener la actividad, nos permitirá construir un hábito saludable, siendo una actividad de constancia, perseverancia y disfrute. Ante la imposibilidad de desarrollar una actividad coherente con mi salud y bienestar, es importante reconocer las limitaciones y solicitar apoyo con un especialista.
Comprendiendo que la salud y la búsqueda del estado de bienestar es una elección y construcción debemos entender que no es un estado permanente, es situacional y fluctuante a condiciones externas o internas. La promoción de la salud radicará en encontrar los recursos y mecanismos coherentes con mi situación.
Para Aristóteles la "buena vida" se conforma a partir del trabajo y el cultivo de mis propias virtudes dentro de la libertad individual para elegir. Ahora comienza haciéndote esa pregunta ¿Cómo puedes estar bien?.
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