La Psiquiatría Nutricional es un campo emergente que explora cómo la dieta y la nutrición influyen en la salud mental. Propuesto por el psiquiatra Ted Dinan, este enfoque reconoce que tanto el desarrollo neuronal como los mecanismos de reparación (factores neurotróficos) a lo largo de la vida están influenciados por la ingesta adecuada de nutrientes esenciales, vitaminas y minerales.
La Importancia de los Ácidos Grasos Esenciales
El 20% de la grasa en nuestro cerebro está constituida por ácidos grasos esenciales, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Estos nutrientes, que derivan de la dieta, cumplen una función esencial en la formación de las membranas neuronales y gliales. Tanto la estructura como la función del cerebro, incluida la comunicación inter- e intracelular, dependen específicamente de ciertos aminoácidos, grasas, vitaminas, minerales y oligoelementos.
Estrés y Salud Mental
Se ha sugerido que diferentes tipos de estresores psicosociales pueden estimular la red de citocinas proinflamatorias, lo que induce un incremento de interleucina 6 (IL-6) y del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Además, los niveles reducidos de compuestos antiinflamatorios endógenos resultan en cambios neuroconductuales, como la proteína C-reactiva (PCR). En cantidades elevadas, la PCR puede incrementar la permeabilidad paracelular de la barrera hematoencefálica, lo que se vincula con un riesgo alto de un primer episodio de depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar (TBP).
Estrés Oxidativo y Antioxidantes
El estrés oxidativo también parece ser relevante para las enfermedades mentales. Los antioxidantes, como la coenzima Q10, el zinc y el glutatión, poseen efectos antiinflamatorios. Los niveles reducidos de estos antioxidantes incrementan la carga inflamatoria y el estrés oxidativo, afectando las defensas antioxidantes. Se ha observado una disminución en los niveles de vitamina E y zinc asociados con la depresión.
Metabolismo del Triptófano y Neurotransmisores
La microbiota intestinal (MI) puede influir en el metabolismo del triptófano, cuya desregulación se ha implicado en la patogénesis de la esquizofrenia y la asociación con otras alteraciones del ánimo. Además, múltiples neurotransmisores sintetizados por la MI, como la serotonina, la dopamina y la acetilcolina, pueden atravesar la mucosa intestinal para mediar diversos eventos fisiológicos en el cerebro.
Conocer la relación entre la nutrición y la salud mental es crucial por varias razones:
Entender cómo los nutrientes afectan el cerebro puede ayudar en la prevención y tratamiento de trastornos mentales. Por ejemplo, una dieta rica en ácidos grasos omega-3 y omega-6 puede mejorar la función cerebral y reducir el riesgo de depresión y ansiedad.
La información sobre cómo los estresores psicosociales y el estrés oxidativo afectan la salud mental puede guiar intervenciones para reducir la inflamación y mejorar el bienestar mental. Conocer el papel de los antioxidantes puede ser clave para desarrollar estrategias nutricionales que mitiguen estos efectos.
Saber cómo la microbiota intestinal influye en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina puede abrir nuevas vías para tratar enfermedades mentales a través de la dieta y la suplementación.
Difundir este conocimiento puede empoderar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su alimentación, promoviendo una mejor salud mental y bienestar general.
Referencias:
Ramírez-Hernández, A. (2023). Psiquiatría nutricional: ¿nueva visión de los trastornos mentales? Revista Peruana de Ciencias de la Salud, 5(2).
Rico-de la Rosa, L., Cervantes-Pérez, E., Robledo-Valdez, M., Cervantes-Guevara, G., Cervantes-Cardona, G. A., Ramírez-Ochoa, S., González-Ojeda, A., Fuentes-Orozco, C., Cervantes-Pérez, G., Cervantes-Pérez, L. A., & Pérez de Acha Chávez, A. (2022). El rol de la nutrición en la salud mental y los trastornos psiquiátricos: una perspectiva traslacional. Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo, 5(1).
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